Después de todo ¿Quien soy realmente?
Se
requiere de mucha fuerza para aceptarse a sí mismo, después de tantos problemas
emocionales.
Después de
todo, existe la incógnita ¿Quién soy realmente? ¿Qué soy? ¿Para qué estoy vivo?
Momentos
en los que dudas de la existencia, de todo.
Después de
que tu alma se fue apagando poco a poco
¿Qué queda?, ¿Solo cenizas del incendio
de nuestro cuerpo, de nuestra alma?
Solo
respiro porque no sé cómo dejarlo de hacer sin fuerza propia, creo en el
suicidio como la cosa más valiente y más débil pero ¿podría hacerlo? ¿Sin
causar daño?
Existe la incógnita
de saber que pasara con nuestro espíritu, con todo lo vivido y lo que aún no se
podrá vivir.
Creo en la
reencarnación de los cuerpos, así como también del espíritu, en la perdida de
nuestras añoranzas para crear la paz interna.
Se
requiere de mucha fuerza para olvidar las penas y las alegrías.
Fieles a
nuestro inconsciente, a nuestro libido y a nuestro placer vivimos.
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